lunes, 7 de mayo de 2007

Puente

Cuando nadie alienta mis pasos solo tus suspiros reencarnan mi anhelo
Cuando nadie da tiempo a la soledad tú lo detienes acompañándome
El fragor de mi espalda
El olor de mi proclive yerro
En el conflicto de tus penas con las mías
No hables sin mí
No reces sin mí
No abraces sin mí
No llores sin mí
No huyas sin mí
No rías sin mí
No vivas sin mí
Aceptando que ambos somos ciudad escondida
Aceptando que ambos somos pilares en nuestro sostén
Aceptando que ambos somos almas reflejadas
El río de este canto baña tus ojos
Cuando lo bebas supondrás refresco
¡Y cuan necesario es un refresco!
Como cuan necesaria me eres tu
Ubicación y lugar especial
Murmuraban los vientos inmunes
Dialogaban bajo guitarras estelares
Sobre secretos iluminados
Tras un encuentro esperado
En nuestro sentido de sueños conquistados
Adornabas mi pensamiento evocado
Y el cariz nevado por tu estadía en mi