Ahora

Griten de desazón ustedes vencidos
¡Tengo sangre de rosa en mis venas!
Tengo aire de niebla en mi pecho
Tengo lágrimas de roció en mi iris reflejado

Desmoronen en desesperanza ustedes los heridos
Desperdició neuronas al quemar la suya realidad
Desperdició amistad al beber mis quejidos de soledad
Desperdicio eternidad al perderme en la irrelevancia abismal
Desperdicio amor al amarte con pasión guarnecida y animal

Caigan de ilusión ustedes los creyentes
Derrocho fe en las manos atadas a cruces de madera carcomida
Derrocho plegarias de rodillas frente a un orador indumentado y vesánico
Derrochó rituales y semillas vivientes, emplazamientos en grandeza mas no en madurez

Vomiten de infamia ustedes engañados
Sonrió al fomentar sus extensas paredes del olvido
Sonrió observando la elección de no crear
Sonrío para acercarme a la tuya sonrisa solemne
Sonrío mientras ardo abrasado por lo que mi niñez se encargo de abanicar

Precipítense al vértigo ustedes los desesperados
Desaprovechó cada instante de valides armada
Desaprovechó las piezas que encajaban mientras las veía caer
Desaprovecho el beso de tus instintos enternecidos
Desaprovecho el valor de cada memoria al poder recordar

Mueran buscadores de verdades ustedes los iluminados
Perdió la sangre de rosa en sus venas
Perdió la esencia hija de la alfombra vagabunda de tu piel
Pierdo mi prisma bajo el iris de esta fusión
Pierdo mi cuerpo hallado baja la sospecha del ahora.