Metro los héroes, a las 10:48hrs entramos al sauna-vagón. Todos y cada uno de los allí presentes usaba audífonos, salvo nosotros, era la oportunidad perfecta y aproveché para sorprenderte. Recitar a viva voz ese poema que tanto te gusta. Tu rostro enrojecido se fue abriendo en la medida que ninguno de los cercanos parecía inmutarse, recitábamos emocionados al unísono, cuando entonces al final del poema, justo en la última palabra, todos en ese vagón se libraron de sus audífonos y de su mirada inerte para gritar con nosotros “¡Viceversa!”
Canallada
Hace 2 meses