De calle en población
Humo y grasa
De aceite y locomoción
Va mi cuerpo esquivo
Trepando en el asfalto ardiendo
La suela se hunde sin pie
Entre pasos de cebra y perros atropellados
Una jauría de puertas se cierran al son
Las canchas enrejadas matan al árbitro de ocasión
Detiene la micro el vecino que silba o tose
Por no tener voz ni pulmón
Ese que vende esmalte y el suyo músculo del brazo
Para levantar esos edificios sin orillas
Poco que reza el vecino que silba y tose
Más que trabaja y bebe
Más que extraña y odia
Pero cree en algo dice su rodilla
El ave de Juan se ató el cuello con una cortina
Sus plumas fueron semillas de ocasión
Para que Juan parara una olla
Y le matara el hambre a sus entrañas
Que no comía por ver fútbol por televisión
El gol se hizo agua y se la bebieron todos
Se hizo guarida de deudas, se hizo fe
Se hizo de nuevo y nació entre las redes
Para criar hinchas sin colores, ni tedio
El calvo escribió en la estación
Que en la calle todos tenemos una marca
Que con miradas nadie te asalta
Que con cara de pollo te roban los huevos
Que incauta la bien teñida de un beso te ultraja
Mil parches para la ceguera te reparten los medios
Que de no haber respuesta escupen de gozo
Ver al gordo, ignorando su panza
Va la de plástico ignorando su alma
Viendo los bolsillos vaciados de flores
Viendo deudas en cada hueso
Viendo superficie y no raíz
Esas mujeres encurvadas firman mi aliento
Pasan de a poco, casi sin gastar el aire
Siembran corazas de olor castaño
Mientras la carne crece hasta quedar sin piel
Un millón de sardinas recorren la sangre
La sangre de una ciudad sin bandera
Pero con un asta que se derrite como vela
Llenando de esperma a los elegidos
Que luego serán estatuas que las ratas aladas defecaran
Que el borracho deshonrará y que fulgor plasmará
Patudez
Hace 2 meses