Hoy al despertar (si es que algo durmío) mi vieja empeoró su enfermedad
Mi hermana se iba a su colegio con nervios duros y músculos apretados en su mochila
Entre cuello y ombligo algo la detenía en los recreos a mirar el vacío
En su cuaderno garabatéo algo que no entendío y sonrió a sus amigas por deferencia
Fue la primera en saber que un tío acercaría a su madre a la "salud"
Y fue la primera en purificar su joven incertidumbre
Con mirarla de pies a cabeza y luego disipar sus miedos
La tos o el gruñido de voz grutural y su pecho invadido me despertaron
De primeras la miré a los ojos y la abracé, de últimas la abracé y luego la miré
Más dañino es el dolor de no poder sanar que querer sanar el poder sin dolor
A quienes mi paso los alcanzó, poco y nada supieron yo tropezaba como siempre
Pero a algunos les implanté la palidez de mi rostro entre cigarros
La angustia discó una señal y la presión desapareció
La madre era frágil, era pura, era preocupación
Su hijo era indiferente, era sensible, era sangre
Al encontrarnos me hizo notar que hace mucho no la abrazaba así
Y eso era lo que necesitabamos para renacer
El padre no durmió al igual que ella
Se levantaba para ayudar en lo que pudiera
Cada tos a su lado le partía la piel, el corazón y la esperanza
Cada escalofrío a su lado le apretaba su pecho
Pecho que le quería intercambiar para su mejora
Fuerte la abrazaba para que el frío no le afectara con sus surcos
El padre en medio de la noche le preparó un remedio casero
Mientras lo hacía y escuchaba retumbar la suya pieza
Lloraba y rezaba por la mujer que tanto lo había guíado en sus cegueras
El trabajo no lo ayudó y pronto se enteró que ella se agripaba
Maldijo entre rezos no poder ser para ella
Antes de terminar su turno, cerca de las 22 horas llamó al hogar
Ella estaba en casa con los niños y esperandolo algo más sana
Una cerveza le alivianó el pesado sueño y el pesado amor
Y es que estar con ella sin condiciones, le permitía vivir y vivir para alguien
Además de entender que estar los cuatro juntos abrazados
Era salud