martes, 17 de noviembre de 2009

{Contemporáneo}


Algunas letras se nombran con más fuerza en tus labios. Algunos labios se posan con menos intensidad en las mejillas. Algunas mejillas desvían las lágrimas que iban hacia la lengua. Contornean el cariz con delicadeza, lo seducen hasta que se funde cerca del cuello o junto a la nariz. Algunas veces se llora acostado y las lágrimas se van por las patas de los gallos hasta la haza que escucha, cuando una pequeña gota se alarga para morir en el cuello se tiembla como nunca y se arruga la frente y a veces se trata de contener, pero se tiembla y se llora igual, aunque sea de la risa.
Algunas manos tocan más suave tu cintura, las mías dejan huellas rojizas o se delizan casi sin hacerse notar, hasta que lo notas y explotas.
Algún buen trabajador grita con más fuerza junto a otros. Algunos otros trabajan con menos fuerza si no comen. Algunos comen de más y otros botan comida. Algunos deciden que comer otros lo ruegan. Algunas deciden amar otras se dejan.
Alguna pierna se entrelaza y me amarra. Algún amarre me entretiene la cadera. Algunas caderas no paran de ser nombradas. Algunos nombres pasan y su legado queda. Algunos son pocos, algunas son bellas y algo alguna vez fue alguien.

1 comentario:

Natalia dijo...

y algunas veces los ojos se cierran para volar y desaparecer por tan cortos segundos de inteso sabor a locura.