Hoy desperté entre bocinas y tus besos
Entre la ciudad de los cerros y los laberintos
Sin sentido del tacto, del tiempo y de mis otros sentidos
No puedo volver al rumbo torcido que dejé con migas de pan
La historia no me encontraba y mi posicion era impuesta
En un pompon de nube hice magia con el arcoiris de mis dedos
Hice un cuadrado de planetas para hacer una caja
Sobre la cuál posarme y poder alcanzar el bisturí invisible
Y así ayudar a quién me acompañaba vacilante
Esa vieja alma siamesa que recorre desorientada mis pasos
Por nuestra plaza de sonrisa furiosa un sábado por la tarde
Los años se recorren entre ellos y se intercambian sombras
Las jovenes madrugadas se enamoran de los viejos atardeceres
¿Quién puede dormir si no recuerda como soñar?
Como tu silueta no está para guiarme
Está para esconderme y ahí trazar los nuevos mapas
Que me lleven a despertar entre nosotros
2 comentarios:
Las jovenes madrugadas se enamoran de los viejos atardeceres
¿Quién puede dormir si no recuerda como soñar?
capaz de conmover hasta a la más maligna de las gemelas
si a ti el amor te tiene agarrado de las pelotas;
a mi la falta de él me las tiene aumuladas y urgentes.
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