Las miradas se ven fatigadas
Entre nosotros nunca hemos obligado
Entre ustedes nunca se han ilustrado
Y un gordo hace la vista gorda
Unamos la reunión a las una
Para secar el fuego de la tierra mojada
Para calmar la curva de tu desnudez
Para sembrar mi flecha de raíz en cada curva de tu arco
El alcalde madura al humo
Los jóvenes con canas y los viejos con futuro
Protegen la vida y a los nonatos
Al nacer se olvidan de ellos
Hasta que pueden gritar para callarlos
O pueden entrar al ejército para adoctrinarlos
Al partir una adivinanza
¿Como cómodo una coma en la comida?
Me parcho, me marcho, me ensancho
Tú renacer, tú recaer, tu rebeldía
Nosotros te exiguimos lo que nunca has cambiado
Patudez
Hace 2 meses
2 comentarios:
¿Donde estás?, ¡¿estás?!
Extrañando mas que demasiado. . .
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